No voy a hacerme cargo de tu lágrimas esta vez, ya no soy dueña de tus ojos. Lo sé. No tengo que explicarte por que no estoy, por que no respondo ni a donde voy. Menos tengo que contarte mis secretos, estas en mas de la mitad de ellos. Pero cuando la noche arrasa, cuando llega esa noche, cuando te sentís vulnerable y el vacío de tu pecho te consume, cuando tratas de entender por que estas llorando, no lo sabes. Ahí es cuando te puedo acurrucar y puedo secar tus mejillas y así el dolor sanar. Pero no me voy a hacer cargo de tus lágrimas esta vez, ya no soy dueña de tus ojos. Lo sé.