viernes, 26 de marzo de 2010

Cada día me siento más cerca de poder olvidar cada uno de los recuerdos que vagan por mi cabeza sin rumbo fijo, y por fín nuevamente comenzar un nuevo sueño, nuevas esperanzas depositadas sin mirar fijamente a los ojos al miedo, nuevas ilusiones. No voy a resistirme a la felicidad. Esta vez juro que la dejaré entrar sin mirar la letra pequeña del contrato. No voy a engañarme, creo imposible llegar a olvidar ( a dejar marchar ) ese amor furtivo, el nuestro, tantos momentos y miradas cómplices que una vez, me hicieron tan feliz, tan comprendida. Esta noche no espero por tí. No sigo esperando a que entres por esa puerta pidiendo perdón y arrepintiendote por lo sucedido. Ya no me sirven tus excusas ni tus lamentaciones. No se sabe lo que se tiene, hasta que se pierde. Debe ser fácil pulsar ese botón de "reset" y anunciar un nuevo paso en falso que darás sin complicaciones. No voy a coger el camino fácil y desearte que te vaya bien en el amor, que encuentres alguien que te dio lo que yo no supe darte. Seámos sinceros, no pondré demasiadas esperanzas en ello. En cierto modo esperaré que esa persona te haga pasar lo que tú has hecho durante este tiempo, y sepas entonces, a qué se debían las lágrimas que limpiabas con la yema de tus dedos.

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