Me dejaste un beso en la gaveta, un ataque de celos en la mesa y tu perfume, pegado en la pared. Me dejaste el mundo de cabeza y un grito en el contestador que anunciaba con toda certeza que esta vez,
se te acaba el amor. Me dejaste un pero y un porque, unos cuantos insultos y un
adios, una duda flotando en mi cabeza y
la promesa de no volver jamás. Lo que siento lo guardo en la nevera por si un día decides regresar. ¿Qué hago con este sementerio de sueños y con toda mi mitad, con esta deuda de afectos y con tanta libertad? ¿Qué hago con este insomnio en la noches y mi falta de apetito? ¿Dónde meto los reproches y yu foto si la pongo o la quito? Me vendiste un sueño al dos por uno y me dejaste solo realidad, una casa minada de recuerdos y el dentifrico aplastado a la mitad. Me dejaste el tiempo que perdi y te llevaste mi despertador, me dejaste la ropa interios que te di para quitartela. Lo que siento será cuestión de tiempo para ver si se queda o se va.
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